Semana mundial de la lactancia materna
:: Buenas y salsas gente linda, continuamos en el camino de la alimentación sana y consciente. Del 1 al 7 de agosto se celebra en más de 170 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Si bien es muy escuchado y de amplio conocimiento que la lactancia materna es la mejor manera de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita para un crecimiento saludable, muchas veces es imperioso recordar y fomentar el valioso acto de amamantar, este acto único e irremplazable que posee la madre de brindarle a su hijo su primer y principal alimento durante varios meses, incluso anos, incluyendo su protección, cuidado y amor para un crecimiento con salud y en armonía.
Con motivo de la semana mundial de la lactancia, destinada a mejorar la salud de los bebés de todo el mundo, es fundamental y sumamente necesario tomar plena conciencia de sus privilegiados beneficios.
Con motivo de la semana mundial de la lactancia, destinada a mejorar la salud de los bebés de todo el mundo, es fundamental y sumamente necesario tomar plena conciencia de sus privilegiados beneficios.
La
Organización mundial de la salud (OMS) recomienda y fomenta activamente los
beneficios de la lactancia materna exclusiva para los bebés durante los seis
primeros meses de vida y hasta los dos años o más.
Como siempre
hago referencia a la frase de Hipócrates: ‘Somos lo que comemos’, en este caso,
somos sumamente responsables del alimento que le estamos brindando al nuevo
ser. Y ante tantas preguntas acerca de la leche, una de las más conflictivas… ¿Por
qué no la leche artificial? Sin entrar en polémica, simplemente se sugiere evitarla
porque no contiene los anticuerpos presentes en la leche materna, la cual es
una de las formas más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los
recién nacidos y lactantes, previene la malnutrición, es más fácil de digerir, es
inocua y contiene anticuerpos que ayudan a proteger al lactante de enfermedades
frecuentes como la diarrea y la neumonía, que son las dos causas principales de
mortalidad infantil en todo el mundo.
Además tiene
las cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas y grasa, proporciona las
proteínas digestivas, minerales, vitaminas y hormonas que los bebés necesitan. Un
bebé amamantado es menos propenso a enfermarse, tendrá menos alergias, infecciones
del oído, gases, diarrea y estreñimiento, enfermedades respiratorias (como
neumonía y bronquiolitis), enfermedades
de la piel (tales como eczemas), infecciones estomacales o intestinales; además
pueden tener un menor riesgo de padecer diabetes, obesidad o problemas de peso,
síndrome de muerte súbita, entre otras.
Se
recomienda que, pasados los seis meses y sin interrumpir la lactancia materna,
se incorporen nuevos alimentos. La OMS sugiere que dichos alimentos se
administren con cuchara o taza y no dentro de la mamadera; pueden ser
preparados especialmente para ellos o basarse en la alimentación familiar con
algunas modificaciones. Si la alimentación de la familia es una alimentación
consciente, los hábitos alimenticios para el bebé van a ser tan naturales como
respirar, y le estaremos brindando en ella una calidad de vida saludable basada
en el amor y respeto.
Amamantar
requiere que la madre tome un tiempo de relajación para ella y para su bebé, lo
que les ayuda a formar lazos más estrechos. El contacto físico es importante
para los recién nacidos y los ayuda a sentirse más mimados y protegidos.
Y como
tienen que adecuarse a los nuevos alimentos, son indispensables la paciencia y
el apoyo de toda la familia.
Espero que a
partir de ahora tengan en cuenta estos datos. Sigan proponiendo ideas
en @PablitoCocina así juntos investigamos y aprendemos. Para mayor
información www.pablitomartin.com.ar
o en cualquiera de mis libros. Y recuerden que “somos lo que comemos, y lo que hacemos”. ¡Hasta la próxima!
Pablito Martín. Chef –
Periodista.
Twitter: @PablitoCocina
www.PablitoMartin.com.ar
:: Leche de Almendras
INGREDIENTES
(1 porción)
Almendras: 15 unidades
Agua: 1 vaso
Stevia o azúcar integral: C/N
PROCEDIMIENTO
Activá las almendras en el agua durante 12 horas (ponelas
en un frasco de vidrio y llavalas a la heladera). Filtralas y licualas junto al
vaso de agua y la unas gotas de stevia o azúcar.
Si querés la podés colar y si no tomate todo que es más
nutritivo.
Tratá de no calentarla mucho (no más de 45°) porque si no
se pierde gran parte de sus nutrientes.
Pablito Martín. Chef –
Periodista.
Twitter: @PablitoCocina
www.PablitoMartin.com.ar
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