Aprendiendo a comprar: más barato y más calidad

arveja
Ensalada rusa natural y sopa de arvejas, por Pablito Martín.

:: Buenas y salsas gente linda. Continuamos en el camino de la alimentación sana y conciente. A menudo la mayoría de las personas compran sus alimentos en los supermercados pero, al no tener personal que explique las diferencias entre un producto y otro, cada uno elige cuál llevar dependiendo de la marca, el packaging, el precio o el azar. Hoy no solo te enseñaré a elegir un producto, sino a descubrir las grandes mentiras. Me tomo un matecito y continúo.
:: El negocio de los supermercados es tentar a sus clientes a que compren más de lo que pensaban. Ejemplo de esto son las ofertas de determinados productos. Si uno las encuentra perfecto, pero si no “como ya estamos en el supermercado compremos esto, eso y aquello”. Cuando te querés dar cuenta, hiciste la compra de la semana casi sin aprovechar las ofertas que te habían tentado. Por eso varias asociaciones aconsejan:
-          Comparar precios en diferentes lugares.
-          Ante las ofertas del 3 por 2 primero calcular el precio por litro o kilo y luego compararlo con el producto de al lado (varias veces te sorprenderás por la diferencia).
-          Ir a comprar sin hambre, por ejemplo después de desayunar o almorzar (para no caer en la tentación de la compra por impulso).
:: Ahora pasemos a la parte nutricional. Cuando llegamos a la góndola donde tenemos el producto que queríamos comprar, notamos que tenemos varias opciones. El primer interrogante será: ¿cuál llevo? Lo primero que te recomiendo es que pienses en el tamaño que querés y luego te fijes en el precio por kilo o litro (en Argentina tenemos una ley que obliga a los negocios a poner el precio por litro o kilo así cada uno puede comparar). Porque te aseguro que las grandes industrias se las ingenian para engañar al consumidor achicando el envase sutilmente. Si no me crees te doy algunos ejemplos: los dulces de leche antes eran de 500 gramos, y ahora (en su mayoría) son de 400 gramos o las botellas de sidra ahora son de 750 cc y antes eran de litro (como el vino).
:: Ya pasamos la barrera del precio por kilo o litro. Ahora vamos a otro nivel: tengo dos productos de similar precio, ¿cuál llevo? Por ejemplo, hay dos cajas de cereales, una en la tapa tiene un elefante de color amarillo muy atractivo para los chicos o la otra nos indica que “es el más sano y rico”. ¿Con cuál te quedarías? Un niño elige sin dudar la del elefante y un adulto la segunda. Pero el secreto está en entender que los cereales no saben a elefante amarillo y que no todo lo que brilla en las etiquetas es tan así. Lo mejor es aprender a leer las tablas nutricionales, dicho de otra forma a leer la letra chica. Por ejemplo, tenemos que comparar la cantidad de grasas, sodio y azúcar. Cuanto menos tenga de cada uno, más saludable será. Luego, si algún integrante de la familia es alérgico o intolerante a algún alimento, hay que fijarse si lo contiene. Aclaro que el resto de los nutrientes son importantes, pero el exceso del trío (grasa, sodio y azúcar) provocan grandes enfermedades conocidas por todos: obesidad, hipertensión, diabetes, etc., por eso tenemos que evitarlos.
:: Para finalizar, tendremos que ver los ingredientes que componen el producto, porque muchas veces creemos que estamos comprando, por ejemplo, un pan integral y de integral tiene solo el color. A grandes rasgos, el primer ingrediente es el que se encuentra en mayor porcentaje y luego los porcentajes van disminuyendo según la ubicación que tengan en la lista. Volvemos al ejemplo del pan integral, si la lista comienza con harina de trigo, luego continúan otros ingredientes y encontramos en el medio salvado de trigo, esto significa que estaremos comprando un pan refinado con algo de salvado. Esto no quiere decir que esté mal, simplemente que tenemos que saber lo que compramos y consumimos.
:: Al comenzar a leer la lista de los ingredientes encontraremos los famosos E-105, E-202 o E-300, además de los INS con sus diferentes combinaciones numéricas. Ellos son aditivos, colorantes, conservantes, reguladores de la acidez, etc., en su gran mayoría artificiales. O sea, cuanto menos tengan, mucho mejor para el cuerpo.
:: Espero que a partir de ahora comiences a mejorar tu alimentación y la de tus seres queridos. Para mayor información, www.pablitomartin.com.ar  o en mi primer libro de cocina “Con probar no perdés nada”. Gracias por seguir eligiendo alimentarse con el corazón y no tanto con los ojos. Hasta la próxima.

:: Pablito Martín. Chef – Periodista.
www.facebook.com/pablitomartinchef
:: Ensalada rusa natural
INGREDIENTES
Arvejas frescas: 1 Kilo
Papas: 1 Kilo
Zanahoria: 1 Kilo
Perejil picado: 1 puñado
Semillas varias: 2 cucharadas
Vinagre de alcohol: Cantidad necesaria
Sal: Cantidad necesaria
Para la mayonesa:
Huevo orgánico: 1
Jugo de limón: 2 cucharadas
Mostaza (opcional): 1 cucharadita
Sal: 1 pizca
Aceite de oliva: 150 cc
PROCEDIMIENTO
Para la ensalada:
Pelá (opcional) y cortá las papas y las zanahorias en cuadraditos.
Llená un bol grande con agua fría.
Poné a hervir agua en una cacerola grande. Luego agregale un chorrito de vinagre y una pizca de sal.
Poné a hervir las papas durante 10 minutos o hasta que estén al dente. Enfrialas inmediatamente dentro del bol con agua.
En la misma cacerola (espero que no hallas tirado el agua caliente) herví las zanahorias hasta que estén hechas y enfrialas inmediatamente.
Por último, cociná las arvejas en el agua hirviendo durante 2 minutos y enfrialas.
Si tenés vaporera mucho mejor, cociná las papas (15 minutos), zanahorias (15 minutos) y las arvejas (3 minutos) hasta que estén hechas, y enfrialas.
Para la mayonesa:
Antes de comenzar me gustaría aclararte que tanto el huevo como el aceite tienen que estar a temperatura ambiente, porque si no te costará hacer la mayonesa.
Ahora sí, poné el huevo (obviamente que va sin la cáscara), una cucharada del jugo de limón, la mostaza, la pizca de sal y dos cucharadas de aceite en el vaso del mixer. Comenzá a procesar y cuando notes que tomó cuerpo, incorporale en forma de hilo el aceite y la cucharada de limón. Rectificá el sabor.
Armado:
Tostá y molé las semillas.
Mezclá las papas, zanahorias, arvejas y la mayonesa en una fuente. Decorá con el perejil y las semillas.
La receta de la mayonesa fue extraída de mi primer libro “Con probar no perdés nada” de editorial TETRAEDRO.
:: Pablito Martín. Chef – Periodista.
www.facebook.com/pablitomartinchef
:: Sopa de arvejas
INGREDIENTES
Arvejas: 1 Kilo (congeladas un paquete chico)
Caldo de verdura: 500 cc
Cebolla chica: 1
Diente de ajo: 1
Perejil: 1 puñado
Páprika ahumada: Cantidad necesaria
Pimienta, sal marina y aceite: Cantidad necesaria
PROCEDIMIENTO
Pelá las arvejas (sacalas de la vaina). Picá la cebolla, el ajo y el perejil.
Calentá una cacerola y dorá la cebolla con un chorrito de aceite, una pizca de pimienta y otra de sal. Luego agregale el caldo y dejá que hierva. Ahora es el momento de agregar las arvejas y cocinalas hasta que estén blandas (8 minutos).
Con la ayuda de una procesadora de mano, procesá el caldo hasta obtener una consistencia cremosa (si es necesario agregale un poco más de agua o caldo).
Rectificá los sabores y decorá cada plato con el perejil y un poco de páprika.
:: Pablito Martín. Chef – Periodista.
www.facebook.com/pablitomartinchef

Comentarios

  1. Hola Pablito! Muchas gracias por la info! Estoy en este momento con un exceso de 20 kilos, y me estoy adentrando en la comida sana. Además, tengo cupones de descuentos para el supermecado, entonces como todavía más barato y mucho más sano... Saludos!

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