:: ¿Qué es la alimentación viva?
:: Buenas y
salsas gente linda. Continuamos repasando mi segundo libro de alimentación
consciente “Detrás de los alimentos”, donde hay un capítulo muy interesante que
habla sobre una corriente alimenticia que día a día está ganando espacio en la
cocina de los argentinos.
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La alimentación viva consiste en el consumo de alimentos naturales, sin
aditivos artificiales y no expuestos a una temperatura superior a la producida
por el sol, es decir, alrededor de los 45 ºC. Por eso se dice que la alimentación viva
es sinónimo de frescura y vitalidad.
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En pocas palabras, se nos acabó el currito a los cocineros… Mejor me dedico a
otra cosa.
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Las personas que llevan a cabo esta filosofía de vida se denominan crudiveganos. Según Wikipedia, el
crudiveganismo más difundido se caracteriza, entre otros criterios, por:
-El predominio de
alimentos naturales, agroecológicos de ser posible, frescos, integrales, no
refinados, con el menor procesamiento artificial posible, sin concentración de
almidón (por ejemplo, papas […] y cereales
sin germinar […]).
-Se admiten los
alimentos deshidratados a temperaturas no superiores a los 45° C.
-Equilibrar frutas
dulces, hortalizas, hojas verdes comestibles, vegetales grasos (ejemplo: […] palta […], semillas oleaginosas remojadas, aceite de oliva, etc.) y otras clases
de alimentos no animales (frutas ácidas, frutas-verduras, brotes de cereales,
de legumbres y de otras semillas, algas, fermentados, etc.).
-Combinar
adecuadamente las clases de alimentos en la misma ingestión.
¿Es
complicado practicar la alimentación viva?
::
Respondiendo al título, digo que no. Las técnicas que se utilizan en la
alimentación viva son fáciles y cualquier persona las puede realizar sin
problema. Para que me entiendas, te daré un ejemplo: con la técnica de activar
y procesar podemos hacer leches, mantecas, quesos crema y quesos duros. La
diferencia entre estas preparaciones es la cantidad de líquido que agregamos
cuando procesamos las semillas. O sea, para hacer una leche de almendras,
simplemente tenemos que activar las almendras y licuarlas con una buena
cantidad de agua; en cambio, para hacer un queso crema, tenemos que activar las
almendras y luego procesarlas con un chorrito de agua. Por lo tanto, lo que
modificamos fue el líquido.
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El gran secreto de la alimentación viva es la programación de las tareas.
Porque, si yo quiero desayunar mañana con una leche de alpiste, hoy a la noche
tengo que dejar las semillas en remojo con agua (activación) y mañana la
preparo. O, si quiero comer brotes todos los días, tendré que tener dos
frascos, en los que realizaré el proceso de germinación con una diferencia de
tres días.
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Si hablamos de precios, con lo que te cuestan 100 g de brotes de alfalfa
podés comprar 30 g
de semillas de alfalfa, que te darán más de 500 g de brotes. O sea, la
comida casera sigue siendo económica.
Entonces,
¿cocinamos o no?
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Personalmente creo que el secreto está en el equilibrio. Día a día intento que
el 50% de mi alimentación sea sin cocción, ya que creo en el balance que te da
lo natural y el fuego. Jöel Acremant opina que “es completamente exagerado
afirmar que la cocción destruye el alimento. En verdad lo modifica y muy a
menudo mejora su digestión. En realidad, solo la esterilización puede ser
calificada de ‘cocción a muerte’. Es necesario encontrar la justa medida entre
lo crudo y lo cocido. Esta tarea es personal”. A su vez, el científico
Wilhem Reich dice que “el fuego aplicado adecuadamente puede aumentar la
energía de un alimento”.
:: Por eso, mis queridos chichipíos (gracias,
Tato), a probar con su alimentación, vermut con papas fritas y ¡good show!
:: Espero
que a partir de ahora tomen en cuenta algunos de estos consejos. Gracias
por seguir eligiendo alimentarse con el corazón y no tanto con los ojos. Para
mayor información los espero en www.pablitomartin.com.ar. No se pierdan mi segundo
libro “Detrás de los alimentos”
donde hablo sobre este tema y muchos otros. ¡Hasta la próxima!
:: Pablito Martín. Chef – Periodista.
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Mil hojas de tomate y manzanas
INGREDIENTES
Tomates: 4 unidades
Manzanas: 3 unidades
Diente de ajo: 1
Cebolla chica: 1/2
Aceite de oliva: 50 cc
Perejil y albahaca: un puñado de cada
uno
Jugo de dos limones
Pimienta y sal: Cantidad necesaria
Opcional:
Semillas de sésamo negro o chía: 2
cucharadas
PROCEDIMIENTO
Con la ayuda de una mandolina, cortá finas
láminas de tomate y de manzana.
Si tenés un deshidratador, poné las
láminas de manzana en las bandejas y deshidratalas a 40°C. Si no, mezcla las
rodajas de manzana en el jugo de un limón durante 1 hora.
Poné en un bol el resto de los
ingredientes (ajo, cebolla, aceite, hierbas, jugo de limón, una pizca de
pimienta y otra de sal) y procesá hasta que te quede una salsa rústica.
Armado
del plato:
En una fuente poné una capa de tomates,
un poco de la salsa verde, otra de manzana, otro poco de la salsa verde y
repetí los pasos para formar el mil hojas. Terminalo con un poco de salsa verde
y si tenés semillas molidas, decoralo con ellas.
:: Pablito Martín. Chef – Periodista.
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